Pulsión – Hemocentro Buenos Aires (2015)

Muestra grupal en centro de donación de sangre

Hoy por ti. Mañana por ti.
Sólo porque sé que quizás y sólo quizás me necesites,
te doy lo que me sobra sin saber quién sos.

Una lámpara infrarroja calienta en ciclos de media hora una bandeja ennegrecida con agua turbia.
Una columna plástica translúcida obliga al vapor caliente y ya limpio a subir hasta toparse con una superficie fría. Tan fría como lo que se vive a diario. La transparencia plástica se vuelve difusa. La privacidad aumenta. El acuerdo dentro de este entorno es cálido. El vapor se condensa.
El agua licuada y límpida gotea sobre una planta que crece en su maceta. Lleva lo que necesita para sí misma y cede el excedente a otra planta que se encuentra inmediatamente por debajo.

Habiendo absorbido lo justo y necesario, la segunda planta devuelve el sobrante a la bandeja.
Se cierra el ciclo.

Con organización, voluntad, y algo de tecnología, ambos seres crecen con el mismo líquido.
Hoy por ti, mañana por ti. Aunque no sé quién sos.